Colección: Austral Poesía
Número de páginas: 144
«Con mucha humildad —escribe Neruda—, hice estos sonetos de madera, les di el sonido de esta opaca y pura substancia». La desnudez que elige aquí el autor rehúye deliberadamente las pautas sonoras y constructivas del soneto clásico. A través de este despojamiento voluntario la palabra palpita y se libera de la imagen.
En los Cien sonetos de amor Neruda habla para Matilde Urrutia. Estos versos definen lo que su mujer significaba para él. Sin embargo, el amor al que los Cien sonetos rinden homenaje es para el poeta no sólo el cuerpo amado —su faz tangible— sino también la vía de acceso que permite a la conciencia individual reconocerse en el ser del mundo.
Soneto XC
Pensé morir, sentí de cerca el frío,
y de cuanto viví sólo a ti te dejaba:
tu boca eran mi día y mi noche terrestres
y tu piel la república fundada por mis besos.
En ese instante se terminaron los libros,
la amistad, los tesoros sin tregua acumulados,
la casa transparente que tú y yo construimos:
todo dejó de ser, menos tus ojos.
Porque el amor, mientras la vida nos acosa,
es simplemente una ola alta sobre las olas,
pero ay cuando la muerte viene a tocar a la puerta
hay sólo tu mirada para tanto vacío,
sólo tu claridad para no seguir siendo,
sólo tu amor para cerrar la sombra.
Pablo Neruda
Parral, Chile, 12 de julio de 1904. Santiago, Chile, 23 de septiembre de 1973.
Pablo Neruda, nacido y muerto en Chile ha sido sin duda una de las voces más altas de la poesía mundial de nuestro tiempo. Desde el combate directo o desde la persecución y el exilio valerosamente arrostrados, la trayectoria del poeta, que en 1971 obtuvo el Premio Nobel, configura, a la vez que la evolución de un intelectual militante, una de las principales aventuras expresivas de la lírica en lengua castellana, sustentada en un poderío verbal inigualable, que de la indiscriminada inmersión en el mundo de las fuerzas telúricas originarias se expandió a la fusión con el ámbito natal americano y supo cantar el instante amoroso que contiene el cosmos, el tiempo oscuro de la opresión y el tiempo encendido de la lucha. Una mirada que abarca a la vez la vastedad de los seres y el abismo interior del lenguaje: poeta total, Neruda pertenece ya a la tradición más viva de nuestra mayor poesía.